Mi método
‘No hay que esperar a que algo te duela para tratarlo, hay que tratarse para que no duela’
Principios fundamentales
Mi trabajo parte del principio de que el cuerpo es nuestro templo. Un templo físico que alberga nuestra mente y nuestra alma, por eso es tan importante cuidarlo, mimarlo, escucharlo.
Para mí fue fundamental entender que el cuerpo es un todo y como tal debe ser tratado. Una dolencia en un punto concreto puede estar conectada con otras partes del cuerpo, y no solo del cuerpo, sino que se puede ver afectada o provocada por el estado de nuestra mente.
Combinación de terapias
Tras estudiar fisioterapia tradicional, me formé en Shiatsu, terapia miofascial, cadenas musculares, acupuntura y terapia con pelota y pilates.
Conocer y combinar varias terapias me ha dado una visión mucho más completa de las dolencias y esto me permite, no solo tratar una molestia para aliviarla puntualmente, sino llegar a la raíz del problema para poder sanar y prevenir dolencias futuras, y en el caso de una dolencia crónica, mantenerla lo más estable posible.
Diagnóstico y tratamiento
Cuando un nuevo paciente llega a mi consulta, lo primero que hago es escuchar.
Mis pacientes comprenden que están un espacio seguro en el que pueden hablar de su dolencia, física o mental, con total confianza y confidencialidad. Tras nuestra charla, realizo un diagnóstico personalizado inicial y aplico las técnicas más apropiadas para cada persona, según su lesión y su estado cuerpo y mente.
Resultados
La combinación de fisioterapia tradicional, shiatsu y acupuntura es clave para tratar diversas dolencias como lesiones, dolor crónico, estrés y enfermedades. Puedo decir, con gran alegría, que logro ayudar a mis pacientes a sentirse mejor.
Tenemos que sentir bien nuestro cuerpo, sin dolor, y cuando no es así, es fundamental buscar ayuda y lo ideal es prevenir.
Mi nombre es Mila y soy fisioterapeuta con más de 27 años de experiencia. Una vez terminada la carrera de Fisioterapia, comencé como muchos otros fisios, trabajando en clínicas privadas, haciendo un trabajo “casi en serie”, para mutuas y seguros privados.
A medida que iba tratando a pacientes, entendí que más allá de la lesión física en algún lugar del cuerpo, pueden existir lesiones a otros niveles que, al principio ni comprendía. Me di cuenta de que el enfoque occidental de tratamiento exclusivo de dolores y lesiones no explicaba, ni daba solución, a todo el problema de una patología.
Esto me hizo investigar y estudiar otro tipo de técnicas corporales, más holísticas, es decir, que tratan la totalidad de la dolencia en lugar de limitarme a las partes. Así fue como empecé a formarme en tratamientos como la terapia miofascial, cadenas musculares, acupuntura, shiatsu, pilates y, recientemente, terapia con pelotas.
La práctica que me cautivó, por su fundamento y resultados, fue el Shiatsu, un tipo de masaje, originario de Japón, que a través de la presión con los dedos trabaja los puntos de la acupuntura china.
Fui combinando mi trabajo en clínicas de fisioterapia con la formación en Shiatsu durante 4 años, hasta que llegó el momento de dar el gran salto: fundé, junto a dos socias más, el Centro de Shiatsu Xin Bao, en marzo de 2004, en Granada, el primer centro de shiatsu de Andalucía.
Podemos decir, con orgullo, que fuimos pioneras en shiatsu, organizado formación especializada para profesionales y trayendo grandes maestros mundiales a nuestro centro. A través de nuestra labor de difusión del shiatsu contribuimos a dar a conocer esta técnica de la que se benefician miles de personas en España.
Tras 17 años de trabajo y dedicación, la pandemia nos obligó a cerrar el centro. En la actualidad cuento con mi propia consulta, en el centro de Granada, donde sigo atendiendo a mis pacientes con el mismo ánimo, objetivos y deseos que me movieron desde mis inicios, hace 27 años: ayudar a las personas a sentirse mejor.
