Libera la tensión con
TERAPIA MIOFASCIAL
Terapia avanzada para reducir el dolor, mejorar la movilidad y restaurar tu bienestar

Tejido conectivo que envuelve todo tu cuerpo
¿Notas que tu movilidad está limitada sin razón aparente?
¿Sufres contracturas constantes que no desaparecen con masajes?
¿El estrés o el bruxismo te generan tensión muscular crónica?
¿Has pasado por una cirugía o lesión y sientes que tu cuerpo no se recupera del todo?
Si te identificas con alguno de estos casos, la terapia miofascial puede ayudarte.
TERAPIA MIOFASCIAL
Un tratamiento que actúa sobre la raíz del problema
La Inducción Miofascial es una terapia avanzada que libera la fascia a través de movimientos tridimensionales y presiones sostenidas, ayudando al cuerpo a recuperar su equilibrio, elasticidad y movilidad natural.

Desarrollado por el profesor Andrzej Pilat, este método se basa en la aplicación de técnicas manuales que permiten liberar restricciones y mejorar la función del aparato locomotor.

¿Cómo funciona la terapia Miofascial?

Evaluación personalizada
Analizamos tu postura, movilidad y las restricciones en la fascia para detectar el origen del problema.

Tratamiento de Inducción Miofascial
Aplicamos presiones sostenidas y movimientos suaves para liberar la fascia, permitiendo que los tejidos recuperen su elasticidad sin forzar el cuerpo.

Reeducación y seguimiento
Te enseñamos ejercicios y hábitos para mantener los resultados y evitar futuras restricciones.
«Es un proceso natural y respetuoso con el cuerpo, sin fármacos ni procedimientos invasivos.»
Conclusiones de pacientes que han probado con Miosfacial
Muchos pacientes sienten el cambio desde la primera sesión.
Tu cuerpo se sentirá ligero, sin restricciones ni bloqueos.
Notarás más movilidad y menos rigidez en tus movimientos.
El dolor disminuirá sin necesidad de fármacos.
Tendrás más energía y una mejor postura corporal.
¿Te resuelvo alguna duda?
¿La Inducción Miofascial duele?
¿Cuántas sesiones necesitaré?
¿Es lo mismo que un masaje?
¿Para qué problemas está indicada?
✔ Contracturas crónicas.
✔ Fibromialgia.
✔ Tensión postoperatoria.
✔ Problemas de movilidad y postura.